La decanoía de las denominaciones protestantes considera que el bautismo del Espíritu Santo es una parte de la conversión y niega la existencia de otras obras instantáneas de la Chispa que vienen luego de esto.
Es el Espíritu Santo quien nos va santificando, ayudándonos a ser más como Cristo en medio de una sociedad tan alejada de él. La obra del Espíritu Santo nos ayuda a desempeñarse en todo momento de una forma que agrada a Dios. Su poder y su obra en nosotros nos ayuda a ser más como Jesús cada día.
El fuego simboliza la presencia y el poder purificador del Espíritu Santo, mientras que el rumbo representa la llenura y la acción del Espíritu.
El segundo eje de su argumentación se apoyo en los usos litúrgicos tradicionales. Al hilo de la fórmula bautismal de Mateo: «Id y bautizad a todas las naciones en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo», argumenta que si en esa fórmula el Padre no desdeña la comunión con el Hijo y el Espíritu, separarlos en naturalezas distintas es ir contra la voluntad del Padre,[72] hecho del que luego afirma que es la verdadera «blasfemia contra el Espíritu Santo».
Los 120 en el Día de Pentecostés tuvieron que esperar de siete a diez díVencedor por el primer derramamiento, pero desde esa aniversario, todos se han gozado de la plena decisión de recibirlo.
Este fruto proporciona tranquilidad interna, incluso en medio de conflictos o pruebas. La paz del Espíritu Santo permite a los creyentes confrontar las adversidades con confianza y serenidad.
El Espíritu de Altísimo ha sido una presencia constante a lo grande de la historia bíblica. A continuación, se presentan algunos ejemplos de su manifestación en el Antiguo y Nuevo Testamento:
El hecho histórico de su regeneración y su excusa todavía es una ingenuidad. Cuando se arrepiente, no necesita “nacer de nuevo” otra tiempo. No experimenta un segundo bautismo en agua o un segundo bautismo con el Espíritu Santo, porque el bautismo useful reference innovador de agua y del Espíritu se hace eficaz de nuevo cuando se arrepiente.
No debemos perder el significado de la expresión en el tiempo pasado “fuimos bautizados.” No existe una estado de aureola donde una persona es salva pero no es parte del cuerpo de Cristo.
Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y aún lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen.
Este bautismo no es simplemente un ritual simbólico, sino una inmersión en la presencia y el poder de Alá que capacita al creyente para estar una vida victoriosa y ser un declarante efectivo de Cristo.
Es igual en Hechos 19 con un Corro de los que solamente habían audición la predicación del arrepentimiento de Juan el Bautista. Creer en Cristo y el bautismo con el Espíritu ocurren a la misma tiempo.
Autodisciplina diaria: Hábitos cotidianos y ejercicios para construir la autodisciplina y alcanzar tus metas
Gregorio de Nisa en sus polémicas contra Eunomio y los macedonianos, aporta la definición doctrinal de veterano éxito en los textos sucesivos: a partir de las operaciones (ενεργειαι) de las personas trinitarias –que serían distintas pero de una sola sustancia ουσια– afirma que el Espíritu Santo proviene del Padre y fue recibido por el Hijo (De Spir.